lunes, 15 de agosto de 2011

Nunca dejes que el miedo viva tu vida...

ni pienses vivir, pudiendo vivir como piensas.

Porque en realidad no necesitamos ranas que al besarlas se conviertan en príncipes, necesitamos ranas que al besarlas nos hagan sentir princesas. Volver a sentir la ilusión, la seguridad, el cariño... Porque a veces un solo segundo es suficiente para darte cuenta que la persona que llevas años buscando la tienes delante y quizás en otro segundo te haga perderla para siempre por culpa de esa maldita coraza que no te deja vivir.

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